El entrerriano nunca tuvo un auto competitivo para pelear adelante, que culminó con una rotura de biela en el impulsor del Ford Falcon Nº 20, lo cual obviamente tuvo como desenlace la deserción en la carrera final.
El “Pope” se ubicó en el puesto treinta y dos a la hora de clasificar con un registro de 1’20”75/100 separado por 1”40/100 del poleman Mariano Werner.
En la serie la tendencia siguió la misma tónica. Con un auto indócil para manejar sólo se tuvo que conformar con el undécimo puesto, el mismo desde el cual partió.
“Realmente nos volvemos preocupados por la rotura del motor en primer lugar, pero principalmente por el difícil andar del auto. En todo el fin de semana no logramos tener un chasis confiable a la hora de manejar, con tendencias raras en los frenados y los curvones del trazado neuquino”, expresó Bonelli una vez finalizada la competencia.
La carrera fue ganada por Werner, segundo culminó Guillermo Ortelli y completó el podio Guido Falaschi.
La próxima cita del TC será el ocho de mayo en el autódromo Termas de Río Hondo de Santiago del Estero.
FUENTE: EMANUEL BLANC.
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